Cumpleaños + Colonia Tovar = profiterol relleno de Nutella

Cuando de cumpleaños se trata, la comida toma un papel protagónico y más si es el mío. Superados los veinte, los regalos se transforman en calorías y mientras más, mejor.

Uno se olvida de la dieta y de todos esos tabús alimenticios. ¿Colesterol? ¿Qué vaina es esa? Triglicéridos en ese momento puede ser un tipo de compuesto químico usado en la elaboración de bombas atómicas, pero nada que afecte la salud. En fin, uno se hace el «willy».

Dicho esto y olvidados todos los conceptos nutricionales/fitness, me fui a la Colonia Tovar a comer al restaurant del Hotel Bergland.

Armada y peligrosa comí pretzels; ensalada con queso tentación, peras y almendras; plato alemán con tres tipos de salchichas y chuleta ahumada; y para cerrar el cumpleaños, con velita y todo, un profiterol relleno de Nutella, fresas y crema chantilly…

Feliz cumpleaños a mi y a mi estómago…

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